18 feb 2018

Canciones para un amante ciego Azur




Azur
Hablarte azul es difícil, amor, porque siempre queda lejos. Comparte su Z con horizonte que es dónde ya no se ve, pero siempre se mira. Cuando lo tocas, sea azul cielo o azul agua, se transparenta. Le asusta la carne. 
Hablarte azul es complejo, amor, porque nunca es lo que parece. El azul de tus venas acarrea sangre roja. Los guijarros solo lo son si los baña la mar.
El azul huele a sal, amor, a abismos y a principio.
Huele a lila, a glicina, a suavizante con osito.
Huele a medianoche, a cometa, a ya casi negro.
Huele a alberca, a laboratorio, a antiséptico.
Huele a virgen, a infinito y a intelecto.
El azul es un lío, amor, es un color tramposo y también él de tus ojos.

Canciones para un amante ciego. Azabache



Azabache


Háblame negro tú, amor. Acaríciame con tu noche.
Dime cuántos azabaches riñen y cortejan detrás de tus irises muertos
Cuéntame cómo es hallarse sin girasoles, sin que la luz se inmiscuya, sin otra mañana que la del olor a café y los autobuses que arrancan.

Háblame negro tú, amor. Desnúdame a pleno sol.
Dime cómo me distingues, cuántos ojos me vigilan en las yemas de tus dedos
Cuéntame cómo es un día sin sombras, sin reflejo, sin miedo a encontrarte en el espejo. Sin soslayos.

Háblame negro tú, amor. Tápame todo lo demás
Dime cómo hace mi piel cuando se eriza de frío; cuando se ruboriza y suda
Cuéntame cómo concibes nubes tornasoladas, galaxia y cometas, el arco iris y la ley de prisma.

Háblame negro tú, amor. Deslúmbrame por exceso
Dime por qué no duermes con los ojos abiertos, qué te pasa cuando parpadeas
Cuéntame cómo son tus colores de dentro, tu sonido al cubo, tus perspectivas, los puntos ciegos de tu oído.

Háblame negro tú, amor
Yo escucho.