Las estaciones mas alejadas del centro son grises y abarrotadas de gente.
Se accede a los andenes por medio de unas escaleras mecánicas interminables, casi vertiginosas, que dan fe de la profundidad a las cuales se encuentran enterrados los raíles. Abstenerse claustrofobos...
Para llegar a la Plaza Roja, desde el parque Kolomenskoe, hay que atravesar el río.
Una vez en el centro de la ciudad, las cosas cambian. Andenes, estación, vagones testifican de lo magnificente y vanguardista que fue el metro moscovita en los días de su creación. De echo, hoy constituye una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad.
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