peregrinos
Mas allá del calor desfasado que nos hacía dudar de la fecha y latitud en la cual nos encontrábamos, el otoño desataba una tremenda borrachera de colores en la copa de los árboles, un verdadero regalo. También nos esperaba una grata sorpresa al llegar a los confines del parque: Seguían en pie los vergeles reales, con unos manzanos preciosos y cargados de frutos. Vimos varias personas llenando bolsas y nos sumamos a la cosecha. Luego le pregunté a Ala -nuestra traductora, una señora macanuda de la cual hablaré mas detenidamente en otro momento- me contestó que era legal y correcto recoger los frutos del parque ya que no se encargaba nadie.
cosecha sombrero
Los fines de semana el parque Kolomenskoe se llena de novios trajeados y familias con cesta de picnic en el hombro. En las orillas del rió, pescan hombres solos mientras lolitas de revista se sacan fotos con mucho maquillaje y sus mejores atuendos. A lo lejos, el recinto donde se celebraba la "very exclusive party" y nuestro querido barco...
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